miércoles, 30 de marzo de 2016


Cribado de pobreza: ¿Alguna vez tiene dificultades para llegar a fin de mes?

Should we treat poverty like any equivalent health condition? Of course


Aumenta por momentos la sensibilidad de la población y la de los profesionales en torno a la ya conocida influencia de los determinantes sociales de la salud, y ese cúmulo de circunstancias que hace que enfermen más los que menos tienen.
Y me parece evidente que la solución pasa necesariamente por más política social y estado de bienestar. Que simple, verdad? Así es como yo lo veo.
Llama ahora mi atención la publicación de un documento desarrollado por la Universidad de Ontario, Canadá, entiendo que dirigida a médicos de familia, en la que bajo una reflexión en torno a la evidencia de que la pobreza es un riesgo para la salud del mismo modo que la hipertensión, el colesterol, o el tabaquismo, propone hacer en la anamnesis una pregunta sorpresa de modo sistemático. Y la pregunta no es otra que: ¿Alguna vez tiene dificultades para llegar a fin de mes?
Al leerlo, y ver el eco que ha tenido esta publicación en diferentes sociedades científicas en nuestro medio, no puedo dejar de sentir un escalofrío imaginando a nuestros médicos de familia lanzando semejante pregunta sorpresa al hacer la anamnesis a sus pacientes. Y alucino con la única trabajadora social sanitaria del centro de salud y veo su cara de desesperación sin poder dar respuesta a lo que deviene.
Despierto de esa pesadilla y decido investigar, reflexionar… (entre otras cosas porque confío en el bien pensar de los canadienses). Y así lo hago.
El documento no deja lugar a dudas, pone el dedo en la llaga al decir que la pobreza no siempre es evidente y que los médicos tienen que preguntarse sobre ella porque crecer en una situación de pobreza persistente aumenta la morbilidad y la mortalidad de quienes la padecen. Por tanto, no hay que hacerse el sueco, la pobreza es un problema de salud.
Formula una herramienta de cribado y dice además que esta sencilla pregunta (¿Alguna vez tiene dificultades para llegar a fin de mes?) cuenta con una sensibilidad del 98% y una especificidad del 64% para los que viven bajo el umbral de la pobreza (o sea que atina bastante).
Y ahí no acaba. Propone 7 cosas simples para ayudar a los pacientes que viven en la pobreza
Ahí van:
Para todo el mundo (ayudas fiscales, prestaciones por hijos a las que pueden acceder personas sin residencia legal, cobertura de medicamentos…) Para las personas mayores que viven en la pobreza: Indica que la mayoría de personas mayores de 65 años de edad que viven en la pobreza deberían recibir por lo menos 1400 dólares mensuales y otras subvenciones.  (Véase por comparar pensión no contributiva española para mayores de 65 años, 367,90 euros para 2016). Para las familias con niños: Prestaciones por hijo a cargo y ayudas complementarias que aquí nos harían perder el sentido. Para las personas con discapacidad, hasta ocho programas de protección. Para los inmigrantes , seguros y pago de medicamentos a través del gobierno federal. Para los beneficiarios de asistencia social, suplementos de ingresos adicionales, planes de empleo, suministros médicos y de transporte, psicoterapia ,si, si, han leído bien, psicoterapia, dieta, medicamentos, ayuda dental, para la visión y la audición, asignación para personas de edad avanzada, asignación de 100 euros mensuales por participación comunitaria en tareas semejantes al voluntariado,… Y en séptimo lugar incluye la posibilidad de que la persona afectada escriba una narración detallada del impacto que tiene su discapacidad o su problema de salud en su vida y acceder a una evaluación funcional detallada que le permita obtener otras ayudas.
Y finaliza, diciendo. Los proveedores de salud no son los guardianes de las aseguradoras. Nuestro trabajo es proporcionar información completa, detallada y precisa que pueda ayudar a nuestros pacientes.
Moraleja: con más política social y más estado de bienestar, no da miedo preguntar.

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